El café torrefacto, una variedad de café que ha sido venerada como una tradición arraigada en la cultura de ciertas regiones, tiene una historia que merece una mirada crítica.
Aunque muchos defienden su sabor distintivo y sus supuestos beneficios, es importante reconocer cómo esta práctica se aprovechó de la ignorancia y circunstancias de necesidad de las personas durante los años de la guerra civil para consolidar una actividad que va en contra del sentido común en el resto del mundo.
Por suerte tenemos información más que de sobra para cambiarlo, como una guía hacía un café de especialidad de calidad o una selección de los mejores libros sobre café.
Orígenes durante la guerra civil
Durante los años oscuros de la guerra civil, la escasez de alimentos y recursos fue una realidad dolorosa para muchas comunidades. En este contexto desesperado, surgió la práctica de la torrefacción del café con azúcar añadida. Se argumentaba que esta técnica permitía extender el café y hacerlo más asequible para la población. Sin embargo, en realidad, se trataba de una manera de engañar a la gente, ya que se añadía azúcar para aumentar el peso y el volumen de los granos de café, lo que generaba mayores ganancias para los vendedores.
Aprovechándose de la ignorancia
Durante aquellos tiempos difíciles, la falta de información y la desesperación llevaron a las personas a aceptar el café torrefacto como una alternativa válida. Sin acceso a otros tipos de café de calidad, la población desconocía los efectos perjudiciales que esta práctica tenía en cuanto al sabor y la calidad del café. El desconocimiento de las técnicas de tostado adecuadas permitió que esta práctica se consolidara y se transmitiera a través de generaciones, llegando hasta nuestros días.
Contradicción con los estándares internacionales
En la industria del café a nivel mundial, la práctica del café torrefacto no se encuentra presente ni es reconocida como una práctica de calidad. Los expertos y los estándares internacionales se basan en la premisa de que el café debe ser tostado sin la adición de azúcar u otros aditivos.
Esta diferencia notable nos hace cuestionar por qué el café torrefacto ha sido aceptado en ciertas regiones como una tradición intocable, a pesar de contradecir los principios de calidad y sabor del café reconocidos internacionalmente.
Un sabor cuestionable y adictivo
Aunque algunos defienden el sabor distintivo del café torrefacto, es importante preguntarse si este sabor realmente se debe a una calidad superior o si es simplemente resultado de la adición de azúcar durante el tostado. El sabor dulce y a menudo abrumador del café torrefacto puede enmascarar las verdaderas cualidades y características de los granos de café. Además, la presencia de azúcar añadida puede generar una dependencia y adicción al café torrefacto, dificultando la apreciación de otros sabores y variedades de café.
Repensar la tradición
A medida que el acceso a la información y a diferentes opciones de café se ha expandido, es importante replantearse la tradición del café torrefacto. Debemos cuestionar si esta práctica se basa en la elección informada y consciente de las personas o si es simplemente un legado de la ignorancia y la escasez de tiempos pasados.
La evolución de la industria del café nos invita a explorar nuevas variedades y sabores, y a romper con tradiciones que pueden no ser beneficiosas para nuestra experiencia cafetera.
El Proceso de Tostado del Café Torrefacto
El proceso de tostado para el torrefacto es diferente de otras técnicas de tostado de café. El proceso implica agregar azúcar a los granos de café antes de tostarlos, lo que crea una capa de azúcar caramelizado en el exterior de los granos. Esta capa de azúcar le da al café un sabor distintivo y audaz y un color más oscuro.
El azúcar también ayuda a preservar los granos de café, lo que los hace durar más que otros métodos de tostado. Sin embargo, el azúcar agregado puede hacer que el Café Torrefacto sea más difícil de moler, lo que puede ser un problema para algunos molinillos de café.
Argumentos a favor del Café Torrefacto
Aunque el café torrefacto ha sido objeto de críticas, también existen argumentos a favor de esta práctica que vale la pena considerar. A continuación, se mencionan los aspectos más importantes que respaldan el café torrefacto:
- Mercado económico: ha generado un mercado establecido y próspero en ciertas regiones. Las empresas involucradas en la producción y venta de café torrefacto han invertido recursos significativos para desarrollar su infraestructura y comercialización. Estas empresas tienen un interés económico en mantener esta tradición arraigada y satisfacer la demanda existente.
- Generación de empleo: La producción y distribución generan empleo en diferentes etapas de la cadena de suministro. Desde los agricultores que cultivan los granos de café hasta los trabajadores en las plantas de procesamiento y tostado, a las tiendas donde se vende el café torrefacto, esta industria proporciona puestos de trabajo que benefician a muchas personas y contribuyen a la economía local.
- Preferencia cultural: En ciertas comunidades, el café torrefacto se ha convertido en parte integral de la cultura y la tradición. Algunas personas han crecido con el sabor y aroma distintivo del café torrefacto, y lo consideran un elemento importante de su identidad cultural. Para ellos, renunciar al café torrefacto podría significar perder una conexión con su herencia y sus raíces.
- Resistencia al cambio: Existe una resistencia natural al cambio, especialmente cuando se trata de tradiciones arraigadas. Algunas personas pueden preferir seguir consumiendo café torrefacto simplemente por la comodidad y familiaridad que les brinda. La falta de interés en explorar otras variedades de café puede deberse a la aversión al riesgo o a la falta de acceso a opciones alternativas.
Es importante tener en cuenta que estos argumentos a favor del café torrefacto no niegan las críticas y preocupaciones planteadas anteriormente. Sin embargo, proporcionan una perspectiva adicional para comprender por qué esta práctica ha perdurado y cuenta con seguidores leales. La interacción entre el mercado económico, la generación de empleo y las preferencias culturales puede explicar en parte la resistencia al cambio y la persistencia del café torrefacto en ciertos contextos.
Guía para preparar Café Torrefacto
El Café Torrefacto es un café con un proceso de tostado especial que involucra el uso de azúcar. Si deseas disfrutar de una taza perfecta de Café Torrefacto, aquí tienes una guía paso a paso para prepararlo:
Paso 1: Molienda
- Utiliza un molinillo de café de calidad y ajusta la configuración para obtener un molido más grueso.
- Muele aproximadamente 14 gramos de Café Torrefacto, utilizando la proporción de 1:15 (café a agua) como referencia.
Paso 2: Elección de la cafetera
- Elige el tipo de cafetera que prefieras: cafetera de goteo, prensa francesa o máquina de espresso.
- Asegúrate de tener a mano los utensilios necesarios según la cafetera seleccionada.
Paso 3: Almacenamiento adecuado
- Guarda los granos en un recipiente hermético.
- Almacénalo en un lugar fresco y seco, protegido de la luz solar directa y la humedad.
- Consumir dentro de las dos semanas posteriores a la tostada para mantener el mejor sabor.
Paso 4: Proporción y temperatura del agua
- Utiliza una proporción de 14 gramos por cada 240 ml de agua.
- Calienta el agua entre 90 y 96 grados Celsius (195-205 grados Fahrenheit) para obtener los mejores resultados.
Paso 5: Preparación
- Vierte el agua caliente sobre el café molido en la cafetera elegida.
- Permite que el café se infunda durante unos minutos según tu preferencia de fuerza y sabor.
- Si utilizas una cafetera de goteo, sigue las instrucciones del fabricante para el tiempo de preparación.
Paso 6: Disfruta
- Una vez que el café esté listo, sírvelo en una taza y disfruta de su aroma y sabor distintivos.
- Si lo deseas, puedes agregar leche o endulzantes según tus preferencias personales.
Legislación sobre el café torrefacto
La legislación sobre el café torrefacto en España, viene a través de dos real decreto ley, el primero sobre el almacenamiento, transporte y comercialización del mismo, y el segundo es una norma de calidad.
Reflexión crítica final
El café ha arraigado profundamente en nuestra sociedad, pero podemos convertir tradiciones incuestionables en motores del cambio y de la prosperidad. Examinar la historia y las prácticas cuestionables asociadas, debe hacernos reflexionar sobre el lugar del café torrefacto en la industria del café tanto como en los lugares donde debería estar permitido utilizarlo.
Aprovecharse de la necesidad e ignorancia de las personas durante la guerra civil, ha sido una práctica que se ha perpetuado a lo largo del tiempo, a pesar de contradecir los estándares internacionales de calidad del café.
En un mundo con acceso a información y opciones más amplias, es momento de cuestionar la tradición y explorar nuevas experiencias cafeteras que nos permitan apreciar la verdadera esencia y diversidad de los granos de café.